Turn out the lights, yeah

Turn out the lights, yeah
Music is your only friend... Until the end

domingo, 27 de mayo de 2012

Tiramisú de Limón


El día de hoy fui con mi amada a la Feria de las Culturas Amigas 2012.

Es la primera ocasión que asisto a este evento, en general es agradable, sin embargo los stands eran muy pequeños y sencillos y representaban muy poco de la realidad de los países. 

Desde mi perspectiva, y como era de esperarse, la exposición responde a los estereotipos de cada uno de los países; más que una representación de lo que son, era una exposición de cómo son vistos por el mundo, por ejemplo:

Alemania era Cerveza; Países de Medio Oriente eran tu nombre en árabe, Islam y burka; América Latina eran tamales; China eran faroles rojos, y así…

Como siempre, lo único malo de esta expo era taaaaaantaa gente, que fastidia la visita, pero fuera de eso todo estuvo agradable.

Les cuento algunas de mis vivencias de este día:

o   En Argelia tomamos un agua de esencia de flores, yerba buena y limón, deliciosa y helada; escribo esto y comienzo a salivar…

o   En España escuchamos a Joaquín Sabina;  para mí habría sido excelente sentarme ahí a comer, pero como siempre me pasa, soy odiado cuando escucho sus maravillosas letras; mi bany se enojo y tuvimos que irnos…

o   Japón me decepcionó, solo había chacharas y medio stand estaba dedicado a promocionar una especie de Yakult Japonés.

o   La tarde se la llevó El Salvador, ¿quién iba a imaginarlo? Hicimos una larga fila para comprar pupusas, ¡que son deliciosaaas!, una refrescante y deliciosa agua de cebada sabor fresa, un postre llamado sorbete de no se que poleada, y un dulce de plátano macho con leche poleada dentro.

Sin duda, quiero ser un viajero trotamundos…

Te amo Ale :)

jueves, 24 de mayo de 2012

Peor para el Sol


Hay caprichos de amor que una Dama no debe tener…

Quizá sea bueno dejarte llevar y experimentar el placer que te brindaría la satisfacción de tus más bajas pasiones.

Quizá sea bueno, por un momento, olvidar la culpa que puede generarte el no responder a  los estándares sociales, que por cierto, son estúpidos e hipócritas.

¿Te has puesto a pensar que  satisfacer esos deseos de manera ocasional y responsable probablemente podría convertirte en una mejor persona?

¡Quizá sea bueno dejar de ser una Dama!

Siguiendo la voz del instinto, podrías facilitar el camino y ser enorme.

…Me han traído hasta aquí tus caderas, no tu corazón

domingo, 20 de mayo de 2012

El ilegal



Cuando estoy cansado, hacen que saque energía no sé de dónde para pasar un buen rato juntos.

Cuando estoy fastidiado de la escuela y el trabajo, el verlos me pone muy feliz y me reconforta.

No hay nada similar a pasar momentos de alegría con todos ellos, ir por una cerveza, tirarnos en el pasto, ir a una fiesta, estar juntos en una clase…

Tenemos que aprovechar al máximo el tiempo que nos queda de universitarios, así que no anden de nenas y éntrenle al desastre responsable.

Juanito mentiras, Chino Mau, Hindu Koothrappali Malas vibras, Lalito Hamster…
Leonidas Lizardo os ama :)

Escuchen la canción. 

jueves, 17 de mayo de 2012

Waiting for the Sun


Ahí se encontraba, en lo alto del gran risco, con la nieve cayendo suavemente sobre su cabello despeinado por el fuerte viento. El ambiente era sereno, la corriente de aire le venía perfecta para conciliar la concentración. Después del largo trayecto, y tras comprobar que en la montaña que la sugestión le indicó no había nada, decidió meditar un momento.

Ya había buscado en varios lugares, desde los más accesibles hasta los más inhóspitos, había atendido cada idea que su imaginación le dictaba, lo hacía con entusiasmo, pero a pesar de los esfuerzos aun no lo encontraba.

En ocasiones la desesperación trataba de invadirlo, era muy difícil conocer el verdadero significado de aquellas palabras que podían tener miles de interpretaciones. Muy frecuentemente, a distintas horas del día resonaban en su cabeza “Es hora, tú sabes bien dónde y cómo, está en tu destino. Las corazonadas son la guía que te acompañara siempre”.

El sueño revelador que había tenido meses antes lo mantenía en esa situación; Sabia que estaba a tiempo, pero cada día que pasaba, sus posibilidades de éxito se reducían. Tenía que actuar de inmediato, y por esa razón había emprendido el largo viaje en su busca.

Sabía que esa arma era vital para lograr su objetivo, sin ella, el esfuerzo de varios años habría sido en vano. Y si dejaba pasar el tiempo, aplazando su objetivo, la situación se tornaría cada vez más difícil, incluso triste y con desencanto.

En la mañana, en la tarde, durante la ducha, en los largos trayectos del tren, a la hora de dormir, prácticamente todo el día debía estar pensando cómo llegar a ella. En ocasiones diseñaba un plan maestro que parecía maravilloso, pero que al otro día, o al cuestionarlo de manera más severa, se convertía en solo una idea más de tantas descartadas.

Un día, y después de largo tiempo de haber escalado diversas montañas, caminado distintos bosques, nadado por amplios y fríos ríos, concluyó que debía cambiar de estrategia pues la actual no estaba funcionando, de hecho lo estaba agotando y dejando sin energía.

Fue así como ese mismo día hizo los preparativos necesarios para tener una profunda y larga conversación con Yehuiah.

Yehuiah era uno de los seres más sabios del universo, y el indicado para ayudar a Leónidas Lizardo en su ardua tarea; el inconveniente es que se necesitaba de una gran concentración para poder comunicarse con él, pues Yehuiah no habitaba en la Tierra, sino que se situaba en la esfera de Gueburah y solo había dos formas de llegar ahí.  La primera era muriendo, y eso no estaba en los planes de Lizardo en ese momento. Así que, la única opción viable, y la única esperanza para encontrar tan poderosa arma era mediante la meditación.

Entonces ese día Lizardo lo dedicó a buscar un lugar apropiado, cómodo y ajeno a distracciones, un lugar donde pudiera respirar tranquila y profundamente. Escogió el bosque de Dean, pues iba allá desde que era pequeño y cuando quería relajarse, pensar o escribir; sabía que en ese lugar la naturaleza conspiraba para proporcionar la máxima tranquilidad al visitante, uniendo armónicamente el sonido del viento a través de las hojas, el canto de los pájaros y el correr del arroyo, que juntos creaban una sinfonía hipnótica.

Se sentó en el cómodo pasto, cerró los ojos y  comenzó a respirar profunda y lentamente, tratando de bloquear todos aquellos pensamientos que nublaban su mente. Era una tarea complicada pues cientos de imágenes pasaban fugaces una tras otra, y no pocas lograban quedarse por más tiempo desviando la atención de Leónidas.

Poco a poco fue alcanzado un nivel distinto de conciencia, ya no sentía sus pies, ni sus brazos, parecía como si toda su existencia se encontrara en su mente. En ese momento Leónidas habitaba en su propia mente, no en el bosque, no en el pasto.

-Yehuiah, necesito de tu ayuda -exclamo Leónidas, -necesito conversar contigo, ¡ayúdame! Yehuiah, ayúdame, déjame verte… -varios minutos después Lizardo se sintió dormido; en su sueño aun escuchaba el correr del arroyo, los oídos comenzaron a zumbarle, sintió una ligera atracción hacia arriba y se dejó llevar.

De pronto vio los destellos de una extraña y cálida luz, era una sensación sinestesica pues podía sentirla, como si pudiera tocarla. La luz envolvió todo el entorno, incluido a Leónidas, y en ese momento pudo apreciar la silueta de Yehuiah.

A pesar de estar frente a frente, Leónidas escuchaba la voz de Yehuiah como distante y con una especie de eco, pero a pesar de eso era muy clara y entendible. Lizardo no necesitaba hablar, sabía que Yeuhiah escuchaba sus pensamientos, así que comenzó a comunicarse de esa manera con él.

-Es hora, tú sabes dónde y cómo, está en tu destino. Has estado buscando fuera, todo es más sencillo, está en ti, debes actuar.

-¿Podre hacerlo solo?, -preguntó Lizardo,

-La tarea es esencialmente tuya, pero ahora tienes una enorme e invaluable ventaja. Es el momento…

-De pronto, los oídos de Lizardo volvieron a experimentar esa extraña sensación de estarse sumergiendo en una alberca. La figura de Yeuhiah se perdió lentamente en la luz, entre suaves giros, hasta que lentamente desapareció por completo, dejando tras de si un ambiente de tranquilidad y calidez. En ese momento Lizardo sintió que volvía a el, de manera suave,  la lucidez.

Sintió lo frio del pasto, escucho nuevamente el canto de los pájaros, el viento rozó su piel. Abrió los ojos, se sentía muy relajado, como si acabara de despertar de un largo sueño; de hecho no sabía si acababa de experimentar un sueño o algo diferente.

Se quedó inmóvil, meditando sobre lo acontecido. Tras unos segundos de reflexión, una ligera sonrisa se dibujo en su rostro. Acababa de comprenderlo.

Todo este tiempo, Lizardo se había enfocado en buscar la poderosa arma que lo ayudaría a lograr el objetivo final. Esta sin duda existía, pero Lizardo nunca antes había imaginado que se encontraba dentro de él.

Siguió inmóvil, analizándolo todo una y otra vez; comprendió que no necesitaba encontrar esa arma de manera física, sino que el arma era el potencial de sus pensamientos, de sus conocimientos, de su convicción y de sus emociones. Se sintió feliz y poderoso.

Pero aun no entendía por qué, en estos momentos tenía una invaluable ventaja que en el futuro se eclipsaría…

Lizardo había tenido suficiente, estaba feliz con los resultados de su visita al bosque de Dean, se levanto alegre y se dirigió a su hogar.

En el trayecto hacia su casa vio a lo lejos un grupo de jóvenes que reían juntos, todos usaban el mismo sombrero rojo que los identificaba como pertenecientes de algún grupo. Se les notaba muy felices.

Entonces Lizardo se detuvo un momento, sonrío ampliamente, y los recordó. Había encontrada la respuesta, se sentía emocionado, seguro. Ya no habría nada que lo detuviera, además de sus ideas, Lizardo solo necesitaba de sus amigos, de su familia.

Siguió su camino entre las coloridas casas, de frente a la reciente puesta de sol; los rayos filtrados a través de las nubes le daban un brillo especial a su figura que poco a poco se alejaba mas y mas. Segundos después, desapareció del camino, dejando tras de sí un halo de complacencia.

Derechos de publicación de Leonidas Lizardo © JLK

sábado, 12 de mayo de 2012

Mas de Cien Mentiras


La verdadera solidaridad surge cuando las personas efectúan la empatía, y esta a su vez es más fácil de concebir cuando los practicantes se han encontrado en situaciones similares.

   El viernes fui a un hospital de urgencias del IMSS, había muchas personas esperando su turno, muchas otras esperando familiares. Algunos preocupados, otros tristes, otros tranquilos, pero todos cansados por la espera.

   Imprevistamente, salió un señor elevando la voz para que todos pudiéramos escucharlo “¿alguien me podría vender un nebulizador usado? lo necesito para mi papá”, nadie le dio una respuesta positiva, así que desapareció.

   Minutos después, el hombre se encontraba ahí nuevamente, elevando la voz “¿Alguien me puede comprar el nebulizador?, les dejo mi chamarra, el celular de mi esposa, la refacción de mi coche…, es para mi papa, tiene 85 años y lo necesita “

   Nuevamente nadie respondió.

Volvió a repetirlo, “¿Alguien me puede comprar el nebulizador?, les dejo mi chamarra, el celular de mi esposa, la refacción de mi coche…”

   En ese momento una señora se puso de pie y dijo “a ver, que les parece si mejor cooperamos para este muchacho, lo que ustedes puedan dar y así lo ayudamos”

 El joven, un poco tímido, quizá apenado pero aliviado de haber encontrado una posible solución a su problema, pasó asiento por asiento a recibir la ayuda de quienes ahí se encontraban. Mientras tanto, la señora que tuvo la idea, hizo lo mismo en el otro lado de la sala de espera.

   Me sorprendió y me dio gusto ver, que la mayoría de las personas aportaban algo, y cantidades un poco elevadas para ser dinero regalado, es decir, no daban un peso, quienes podían aportaban $20, $50, otros $10… algo muy poco común.

   Finalmente, la señora orquestadora dio la noticia, “muchas gracias a todos ya acompletó” y el joven salió deprisa y torpemente a conseguir su aparato, con una ligera sonrisa en el rostro.

   …La espera continuaba, las personas se desesperaban, unos leían, otros dormitaban, otros no hacían nada.

   Una señora que venía de la calle entró y pasó hasta el fondo de la sala diciendo a todos “quienes quieran un atolito vayan afuera, se los ofrezco de todo corazón”. Las personas escucharon, pero no salían, quizá por tímidas. Yo llevaba un buen rato ahí y no había tenido tiempo de comer, así que decidí salir.

   Afuera del hospital, estaba toda una familia, muy juntitos, con un joven al frente cargando una charola llena de atoles y una chica cargaba muchos panes. Me acerqué y tomé un atole, la niña me ofreció un pan. Antes de entrar nuevamente al hospital les agradecí y les pregunté que por qué hacían eso, el joven me contestó que era una promesa que habían hecho.

   Seguramente ellos tuvieron algún familiar enfermo, pasaron largas horas en esa sala, lidiando con el hambre, el cansancio y el hartazgo. Ellos sabían lo que era estar ahí.
Esa noche entre triunfalmente con mi atole y mi pan, y cuando los demás vieron, se decidieron a salir. A todos les venía muy bien comer algo.

   Ese día me lleve una nueva experiencia a casa, estas son historias que no pasan en cualquier lugar. Sin duda la falta de recursos es incómoda, pero en ocasiones brinda grandes experiencias que enriquecen el espíritu. 

domingo, 6 de mayo de 2012

These days



Used outward deception to get away…
…We'll drift through it all, it's the modern age.

Ahora sí, no encuentro inspiración para hacer la publicación de hoy. No porque no tenga sobre que escribir, sino porque hay cosas que no puedo contar en un blog.

Así que les contaré que estoy haciendo muchas cosas, y ninguna a la vez. Estoy viendo el box, platicando con mis primas y hermana, haciendo un memorándum, y publicando en este lugar.

Eso pasa fuera de mí, pero dentro pfff… pienso muchísimas cosas, cosas que me distraen e inquietan.

...Ya es otro día, los párrafos anteriores fueron creados ayer, ¿y saben qué? Me siento igual. Así que es tiempo de publicar estas palabras carentes de contenido, pero que si alguien eliminará lo superficial, encontraría algún sentido, podría comprender, entendería esta canción, descubriría algo de mí. 
Afortunadamente nadie lo hará.

martes, 1 de mayo de 2012

Chilango Incomprendido


¡Ya no cabemooos! ¡Ya no cabemooos!

Pero que estresante es el Distrito Federal, como diría Chepina  “subir, bajar, nunca parar”, aunque nadie los sabe mejor que el ciudadano de a pie, ese que todos los días se levanta muy temprano para tomar la combi y correr el riesgo de un atraco, o que el chofer se voltee en el camino; después correr hacia el metro y hacer una fila enorme para comprar boletos;  entrar en los vagones a presión, con la cara pegada a la ventana de la puerta y un cálido humano apretujándolo por atrás; que baja corriendo  -si la multitud se lo permite- para transbordar a otra línea de meteoro igual de espantosa y hedionda.

Que tiene un día pesado, lleno de actividades, en el que apenas y da tiempo de comer; que si va en auto es peor porque el transito esta terriblemente cargado…

Que después de una larga jornada laboral regresa a su casa, junto con cientos de personas que pareciera que viven con él, pues se dirigen hacia el mismo lugar, haciendo más difícil y lento el camino, muchas durmiendo paradas, otras con energía suficiente para ir peleando...

Y lo peor, que cuando hay un día de descanso como el martes 1 de mayo, y te dan ganas de salir a ver una peli, porque hace un buen rato que no tenias tiempo, vas al cine más cercano, y ¡TE LOS ENCUENTRAS A TODOS! haciendo largas filas, provocando un caos, robándote el aire vital. Te echan a perder el día y tú, sin desearlo ocasionas lo mismo en ellos.

Total que ni ves película, te regresas a casa y te quejas tendidamente en tu blog de Seminario. Típico.